Sintiendo el calorcito que ya empezamos a notar en Andalucía, todo me incita al color, a la playa y al campo. Por eso, cuando vi esta casa ubicada en Cantabria con esos tapizados de tantos colores y esa mezcla de mobiliario que resulta tan divertida, no pude resistirme a enseñárosla.
La decoración corrió a cargo de la interiorista María Lladó, la cual ha sabido, con gran sencillez y naturalidad, sacar todo el jugo de esta preciosa casa de campo y hacerla acogedora a la vez que amena. Nos deslumbra la luz, tan importante en cada proyecto, potenciada por el blanco de las paredes y los amarillos de la columna, sillones y otros elementos. Los muebles, unos restaurados y otros, ni tan siquiera eso, cobran todo el protagonismo. No hay nada como llenar la casa de muebles vividos, con historia y hermosos achaques. Es por eso quizás, porque soy una enamorada del mueble del vertedero o del contenedor, que me gustó tanto esta vivienda, así como la mezcla que hacen con otros más modernos.