Uno de los must en decoración son los suelos de baldosa hidráulica. Allá donde estén, triunfan!! Son un elogio al pasado, una mirada hacia atrás que nos recuerda el buen hacer de los artesanos de antaño y que gracias a Dios, aún se fabrican.
Tienen esa esencia especial del trabajo artesanal, realizados a partir de arena, cemento y pigmentos se colocan en moldes para conseguir los diferentes dibujos. Son puro arte!! Normalmente se colocan realizando alfombras para marcar estancias, pero también se ponen en paredes e incluso se hacen tapas de mesas con ellas. Visten las casas y no importa como esté el techo o si tienes lámparas o no porque a nadie se le ocurrirá mirar hacia arriba pudiendo contemplar esta maravilla de suelos…
La variedad de dibujos y colores es tan grande que es difícil que haya dos iguales, y ahora hay empresas que hacen diseños personalizados. Todo un lujo en estos tiempos en los que la producción en serie está a la orden del día. Pero como todo, también existen imitaciones. Revestimientos porcelánicos con ilustraciones que copian a las de las baldosas hidráulicas. Y aunque a simple vista, si están colocadas, es más complicado diferenciar si es la original o no (yo desde luego las detecto con solo mirarlas), en la mano se distinguen perfectamente por su grosor, la original es muchísimo más gruesa que la de porcelánico…
Mi consejo: rechaza imitaciones. Si quieres que tu casa tenga empaque y carácter apuesta por la baldosa hidráulica original.
Vía: Pinterest