Los hits del verano no son ni la ‘Gozadera’ ni ‘La Bicicleta’ de Carlos Vives, no, no… Los hits del verano son, por descontado, ¡las fibras naturales! El bambú, el ratán, el mimbre o el esparto son los materiales estrella, y no sólo de este verano, sino de ¡todos los veranos!
La casa de la playa o las terrazas y patios, son enclaves donde el mobiliario de este tipo de material es idóneo por su habilidad para radiar frescura y transportarnos a un ambiente bohemio.
Algunos de ellos también casan muy bien con las decoraciones rústicas de las casas de campo. Es el caso de las maderas lavadas o el esparto de las esteras…
Soy de la opinión de que tu casa debe decir de ti, o dicho de otra forma, tu casa es un reflejo tuyo.
A las ponencias que he asistido hasta ahora sobre decoración, todos los ponentes coinciden en lo mismo: «Tienes que fijarte en todo lo que lleva el cliente cuando está delante tuyo (ropa, marca, joyas…) porque todo eso te está contando cosas de esa persona». Y así es!! Cuando ves a alguien, por su forma de vestir e incluso de actuar puedes ya hacerte una idea de como será su casa o lo que quiere para ella.
Pues bien, después de este rollo, lo que vengo a decir con todo esto es que la casa de Laura Ponte no podía ser de otra manera más que de la que es, una expresión de sí misma. Elegante, bohemia, muy bien recargada, personal, con un toque decadente… Llena de experiencias vividas, recuerdos familiares, viajes y antigüedades. El oro juega un papel fundamental en su decoración, así como el color negro y los espejos y muebles espejados. Los papeles pintados que evocan a la naturaleza más fantástica, los insectos, los pájaros y las flores… Un mundo de fantasía en el que ha convertido su chalet de la sierra madrileña junto con su amigo el decorador Jorge Varela.
Y para terminar, me quedo con la reflexión que hace en su entrevista con AD: «No hay que seguir patrones, es absurdo creer que las cosas pasan de moda. (…) Hay que saber defender lo que te gusta».
El estilo shabby chic o como yo le llamo ‘romantic chic’, es una vertiente originaria en las casas de campo británicas. Como su nombre indica (shabby significa ‘en mal estado’) se caracteriza por la utilización de muebles antiguos recuperados y restaurados, con signos de diferentes pátinas, envejecidos, resaltando sus imperfecciones.
Los colores pasteles, como el beige, verdes agua o los rosas son clave para determinar este estilo, con el predominio del blanco. Otra de las particularidades que tiene esta tendencia en decoración, es la gran apariencia de flores, bien naturales, en papeles pintados, en tapizados o impresos en el menaje. Flores por doquier.
Cuando se dan todas estas particularidades, aparecen ambientes con un marcado tono femenino, bohemio y muy romántico. Es por ello que también se utiliza mucho a la hora de decorar bodas.
El color es terapéutico, de eso no cabe duda, podemos comprobarlo viendo las imágenes de esta vivienda en la villa medieval de Clisson, cerca de Nantes.
Su decoración es una explosión de alegría, de piezas que se mezclan de diferentes épocas y lugares, piezas con alma propia. Con ellas la propietaria ha creado un ambiente bohemio y con cierto aire hippie. Como ‘leitmotiv‘, la libertad. Una despreocupación que pareciera premeditada rige la disposición de cada mueble o elemento decorativo.
Me gusta la autenticidad de este tipo de casas porque son muchas las sensaciones que me emiten. ¿A vosotros no?