¡Qué gran dilema este de la luz! Y es que hay que ser entendido en este tema para realizar una buena iluminación, ya que ésta es una base muy importante, incluso me atrevería a decir que es de las más importantes para una buena decoración. Realmente es todo un mundo, ya que existen mil tipos de luz, en distintas intensidades y que según el formato desde el que emane se define de diferente forma.
Desde mi humilde opinión (ya que no soy experta en la materia) sí sé decir que las luces que más me gustan son las que vienen desde media altura, porque son más agradables y confortables e intento prescindir de iluminación de techo y sólo utilizar la realmente necesaria desde este punto. Por eso, una de las mejores alternativas es optar por apliques. Estos son tan decorativos como funcionales y los puedes colocar de dos en dos o en solitario.
Así que… ¿te aplicas el aplique?
Sintiendo el calorcito que ya empezamos a notar en Andalucía, todo me incita al color, a la playa y al campo. Por eso, cuando vi esta casa ubicada en Cantabria con esos tapizados de tantos colores y esa mezcla de mobiliario que resulta tan divertida, no pude resistirme a enseñárosla.
La decoración corrió a cargo de la interiorista María Lladó, la cual ha sabido, con gran sencillez y naturalidad, sacar todo el jugo de esta preciosa casa de campo y hacerla acogedora a la vez que amena. Nos deslumbra la luz, tan importante en cada proyecto, potenciada por el blanco de las paredes y los amarillos de la columna, sillones y otros elementos. Los muebles, unos restaurados y otros, ni tan siquiera eso, cobran todo el protagonismo. No hay nada como llenar la casa de muebles vividos, con historia y hermosos achaques. Es por eso quizás, porque soy una enamorada del mueble del vertedero o del contenedor, que me gustó tanto esta vivienda, así como la mezcla que hacen con otros más modernos.
La era del foquito, ya pasó. Hemos abusado de ellos hasta la saciedad, con techos que parecían naves espaciales y cuadros de interruptores que ocupaban paredes. Renegamos la lámpara y casi nos olvidamos de ella para ahora, volver a rescatarla.
Nos volvemos más sutiles y solicitamos una luz más íntima y cálida, y nos rendimos a los tantos diseños que aportan carácter y personalidad a los espacios. Hacemos composiciones, con diferentes alturas o colores, las descolocamos dejando el centro a un lado, las llevamos al baño, de los años 60 o de estilo minimal…
La lámpara vuelve para ocupar el lugar que le pertenece!!
Living Pink es el estudio que ha dado luz a esta vivienda. ¡¡Y de qué manera!! porque precisamente es la luz que irradia la que nos llama la atención al ver las imágenes. Claridad, frescura, alegría, elegancia… todos estos adjetivos son típicos en las obras que realizan estas chicas. Un aporte de feminidad y coquetería que trasladan a cada uno de sus proyectos.
Seguro que te harás fan de su trabajo. Yo ya lo soy!!
Vía: Living Pink